miércoles, 2 de diciembre de 2009

La gente habla mucho, pero hace poco, la gente diice y se contradice, la gente lastima pero odia ser lastimada;
Uno no tiene q hacer lo que no le gusta que le hagan a uno, pero siempre pasa que actuamos sin pensar, y como el ottro te hizo, básico del orgullo, hay que devolverla;Uno no sigue sus convicciones, sino, que se domina por el trato del otro, si a aquel no le gusta como me visto, a mi no me tiene que gustar como se viste aquel, si aquel no gusta de mi yo no debo gustar de él, si aquel no demuestra que me quiere yo tampoco , y aca es donde duele, sobre todo para el que lo ve de afuera, ve que hay personas que se AMAN, si que se aman, y no están juntas porque son gente, y como tales nunca valoran lo que tienen, hasta que lo pierden, pero obviamente el orgullo es más fuerte, si el otro no se retracta yo meenos, él se equivoco, no yo... Y así una, y otra, y otra vez con todo.
Típica frase, ¨yo lo acepto como es¨ obviamente, lástima que al primer defecto ya se viene una crítica, pero no voy y se lo digo bien para intentar ayudar al otro así cambia para bien, no, para qué me voy a molestar? directamente o hablo por atrás , o me ofendo y ya está, que me venga él a pedir perdón, él se equivoco.
Uno nunca quiero aflojar, siempre quiere tener la razón, y hay veces en que hay que vencer el orgullo y sobre todo pensar antes de actuar. Fijarse porque sí y porque no deberíamos actuar de tal manera, y fijarse que es lo que realmente vale la pena, de que modo hay que actuar y cuando vale la pena actuar;